El teatro estaba prácticamente lleno y el equipo algo nervioso. Los peores momentos fueron los previos, cuanto más se acercaba la hora, más nervios. Los actores estaban colocados en su sitio y el telón corrido, la luz del público seguía encendida y Tom Waits sonando.
Por la mañana, después de montar el andamio y mientras se enfocaba, los técnicos del teatro ofrecieron una visita guiada por el peine del Principal. Nadie se acordaba de ese vértigo ahora.
A pesar del primer tropiezo con la canción y la señal de comienzo, la obra fue bien. Nadie parecía estar demasiado nervioso ni acelerado.
El silencio del público asombró y las intervenciones del coro eran celebradas con risas entre el público, casi como una liberación.
El saludo, que ya era largo, se dilató más por la llegada de Marián Pueo e Ingrid Magriñá.
Todo fueron celebraciones y enhorabuenas.
Tomeo, que no pudo acudir porque tenía un compromiso, había deseado lo mejor y prometió asistir a otra función.
El vicerrector de cultura propuso Jaca como posible destino, además de los ya apalabrados.
En general, gustó y en la fiesta se notaba la sensación de un trabajo bien hecho.
Las fotos aquí. Son de David Barreiros.
Los bosques de Nyx, de Javier Tomeo, se estrenó el 28 de marzo en el Teatro Principal de Zaragoza.
Dirigido por Marián Pueo.
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